sábado, 31 de julio de 2010

LAS SENTENCIAS DE LOS PADRES DEL DESIERTO


Aquellos cristianos que, al término de la era de las persecuciones, se retiraron al desierto para vivir con mayor radicalidad el santo Evangelio, ejercían sobre sus discípulos y cristianos devotos un verdadero magisterio espiritual. Su "pedagogía" no estaba basada en grandes discursos, ni en largas exposiciones teológicas. Por lo general, el aprendiz del arte espiritual se presentaba delante del hombre de Dios, el anciano o Abba, y pedía una "palabra", un dicho que iluminara la búsqueda de Dios, o el camino espiritual del discípulo. La respuesta era dada a través de frases muy sencillas y directas, que revelaban un profundo conocimiento de la naturaleza humana, de los entresijos de la lucha espiritual, de los remedios que ofrecía el camino del desierto: la soledad, el ayuno, el silencio, la lectura asidua de la Palabra, la lucha contra las pasiones, la práctica de las virtudes como la pobreza, la humildad, la obediencia, y, sobre todo, la oración continua.

De las colecciones de estas respuestas nacieron La sentencias de los padres del desierto, también conocidos con el nombre griego de "Apotegmas", una verdadera escuela de sabiduría cristiana, que siempre ha gozado, a pesar de las distancias del tiempo y la cultura, de una enorme popularidad, quizás porque han brotado de la práctica cotidiana, la experiencia de vida, de la búsqueda de Dios, del llamado que late en todo corazón humano a encontrarse personalmente con el Señor, a experimentar la gracia de la contemplación y la unión con Dios. De esta fuente ha bebido una larga tradición tanto de oriente como de occidente; así, por ejemplo, los que conozcan Los relatos del peregrino ruso o La Filocalía reconocerán en los padres del Desierto, las raíces de donde ha brotado la llamada espiritualidad de la oración del corazón. 

Una reflexión para los que se dedican a la enseñanza 

Como profesor siempre me ha llamado la atención el "método pedagógico" de los padres del desierto: directo, sencillo, ajustado a las necesidades y condición del discípulo, y, con la autoridad que emana del testimonio de vida. A veces los que nos dedicamos a la enseñanza corremos el peligro de hablar demasiado, de atiborrar de respuestas a nuestros sufridos oyentes, de "no escuchar" las preguntas que nacen de la vida, de no adecuarnos a las características de nuestro auditorio. Quizás somos hijos de una educación excesivamente discursiva, que ha abusado del uso de la palabra. La experiencia me dice que después de diez minutos seguidos hablando la mayoría de los alumnos se “desconectan”, o sencillamente dejan de atendernos. La sabiduría del desierto nos invita a ser más sobrios en el uso de la palabra, a escuchar más a los alumnos, a partir de sus preguntas e intereses, intentando no extraviarnos en explicaciones que a veces desbordan el tema, optando, siempre que sea posible, por un lenguaje concreto, a través de frases sencillas y directas, con ejemplos tomados de la vida, procurando refrendar lo que decimos con nuestro modo de vida.

Que el testimonio de los padres del desierto nos enriquezca en el seguimiento de Cristo y que el Espíritu Santo obre en nosotros el querer y el obrar como conviene (Fil 2,13), pues sin él no podemos hacer nada (Jn. 15, 5). 

Razones para apuntarse a Religión: las respuestas de los chicos

Un profesor de Religión de Zaragoza preguntó a sus alumnos de 3º ESO: ¿qué razón darías a un compañero para motivarlo a que se apuntara en Religión?. Con las respuestas de los chicos hizo una presentación que aquí les ofrezco.

Entre las muchas cosas que se pueden comentar, resalta la sensibilidad de los alumnos que, en su mayoría, saben captar con acierto el significado y los fines de la asignatura de Religión en el ámbito escolar: la fe como una experiencia del sentido de la vida, el conocimiento de la religión cristiana y de las otras religiones como un factor que enriquece la formación cultural, y favorece la convivencia, la experiencia de algunos valores importantes como la solidaridad, la tolerancia, el respeto a las diferencias, etc.

Para muchos además, la Religión es un área que les enriquece como personas, reivindican la importancia que tiene el cristianismo, y se dan cuenta que lo que aprenden en Religión complementa la formación que reciben en otras asignaturas.

Los chicos lo tienen claro, frente a los prejuicios de quienes en nombre de un laicicismo radical, cuestionan la legitimidad de la clase de Religión, son ellos, los alumnos, el mejor testimonio, el mejor aval, de que la asignatura de Religión no sólo es necesaria para su educación integral, sino que constituye además un verdadero ejercicio de libertad ciudadana.

EFFETÁ: LEYENDO LA PALABRA CON OJOS NUEVOS


El libro Effetá, de José H. Prado Flores y Ángela M. Chineze, me ha parecido, sencillamente, excelente. A través de diversos pasajes de la Escritura, leída con ojos nuevos, se tocan temas tan profundos como la autoestima, la actitud frente al fracaso, la fe como llave para el crecimiento personal, y nuestra respuesta frente a los obstáculos en la vida. Subyace de fondo, la convicción de que la Palabra de Dios trae vida nueva y victoria para los creyentes, y que el mismo Señor nos empuja a que tengamos una respuesta "proactiva" ante los retos de la vida, sin resignarnos frente al estado de cosas, intentando generar cambios en las situaciones, apoyándonos en la oración y en el testimonio de la misma Palabra de Dios.

Iluminar la vida desde la Palabra de Cristo, actualizándola desde nuestro hoy situado, bajo la guía del Espíritu Santo, libera nuestro inmenso potencial como hijos adoptivos de Dios, creados a su imagen y semejanza, templos vivos del Espíritu Santo. No tenemos porqué vivir aplastados bajo la adversidad, sino, por lo contrario, a ejemplo de Jesús, actuar transformando circunstancias de muerte y oscuridad, en experiencias de salvación y de gracia, a todos los niveles: personal, familiar, en el trabajo, en la vida social.

A veces he observado que muchos cristianos, la mayoría excelentes personas, viven su fe, como si fuera una experiencia más de su vida, un "asunto" que atienden quizás los domingos y poco más. Y lo noto porque cuando hablan de sus problemas personales, de su vida "real", Dios no aparece en el horizonte, como si el Evangelio sólo se ocupara de asuntos estrictamente "religiosos", y no fuera una respuesta para los problemas de la propia vida, una fuerza salvadora, una gracia, una luz, un amor, que sostiene, que guía, y que está siempre actuando. Necesitamos un avivamiento de esa presencia profunda del Espíritu Santo en nosotros, que renueve nuestra experiencia de la salvación, la cual alcanza a todos los aspectos de la vida humana, porque Jesús asumió en su encarnación toda nuestra humanidad.

Que la lectura de Effatá nos ayude a encontrar a Cristo en la vida personal, para que respladezca en ella la victoria de Jesús Resucitado.

viernes, 30 de julio de 2010

LA LECTURA DE DIOS


De los libros que he leído sobre la lectio divina, esa experiencia de encuentro con el Señor a través de su Palabra, uno de los que más me han gustado es el del benedictino García M. Colombás, La Lectura de Dios. En su estilo, sencillo y pedagógico, ha sabido plasmar una experiencia de siglos, que hunde sus raíces en los padres de la Iglesia, y que llega hasta nosotros, cruzando la edad media, a través de los monjes. A pesar de su fondo histórico, La Lectura de Dios no es un estudio crítico, su objetivo más bien es que el lector experimente por sí mismo y se acerque a la Palabra, y que ese acercamiento se convierta para él en una verdadera experiencia de Dios.

La práctica fiel de la lectio divina transforma nuestra vida, porque ese contacto frecuente con el poder de la Palabra, donde habla el Espíritu Santo, renueva nuestra mente, hiere con su espada de doble filo nuestro corazón, y nos va configurando con el misterio de Cristo, quien sale a nuestro encuentro y nos explica las Escrituras, y decimos como los discípulos de Emaús: "¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?" (Lc 24, 32). Esa Palabra que nos ha tocado por dentro se convierte también en oración, en un diálogo amoroso con Dios, o en un silencio de miradas, bajo la guía del Espíritu Santo que ora en nosotros sin cesar, y gime diciendo: "Abba, Padre" (Rom. 8,15)

Que el Señor, en su bondad, incline nuestro corazón a sus palabras, para que acontezca en nosotros lo que dice el salmo 1, acerca del hombre que medita día y noche en la Palabra de Dios: "Será como un árbol plantado al borde de la acequia, da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin"


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miércoles, 28 de julio de 2010

ORACIÓN DE SANACIÓN INTERIOR


Quizás una de las experiencias más intensas que podemos vivir con Jesús es la gracia de la sanación interior. Cuando la fuerza de su amor, a través de la oración y los sacramentos, va sanando nuestras heridas psicológicas, esas "memorias" dolorosas que afectan nuestro sentimiento de autoestima, la falta de amor que hayamos sufrido, la soledad, una situación traumática, un accidente, la perdida de un ser querido, o la misma experiencia de vicios o pecados que ya han sido perdonados por El Señor, pero que con frecuencia dejan secuelas en nosotros. A veces al ser heridos o rechazados por otros, experimentamos sentimientos de inferioridad, o somos victimas de falsas creencias sobre nosotros mismos, lo que impide que nos sintamos a gusto con nosotros mismos.


La buena noticia es que Jesús penetra todos los rincones de nuestro corazón, y su amor es capaz de curarnos por dentro, incluso de esas heridas del pasado. Cuando abrimos nuestra vida a Jesús, su amor se revela salvando y curando nuestro ser interior, descubrimos entonces nuestra identidad más profunda, nuestra identidad verdadera: somos hijos e hijas muy queridos de Dios, creados a su imagen y semejanza, revestidos de una dignidad única, llamados a vivir como nuevas criaturas en Cristo, a configurarnos con Él, a ser canales de bendición para los demás. Valemos mucho ante El Señor. No es su voluntad que nos sintamos infravalorados, o deprimidos, su Redención penetra todas las dimensiones de la persona humana, por lo que podemos proclamar su victoria en nuestra vida, sea cual sea nuestra circunstancia, y dejarnos transformar por la presencia de Jesús Resucitado.

La clave está en abrir el corazón a Cristo, y pedirle que penetre todas las esferas de nuestra persona, ofrecerle nuestro pasado, y ponernos en sus manos para que su amor nos sane. A lo mejor no experimentamos ningún síntoma "emocional" de sanación, pero si creemos en las promesas del Señor y en fe proclamamos su victoria en nosotros, debemos confiar que Jesús nos escucha, y atiende a nuestra plegaria. Me parece, por ejemplo, que la oración contemplativa, ese ratito de silencio que podamos estar delante del Santísimo, dejándonos "quemar" por la presencia de Jesús Eucaristía, es un excelente camino para abrir el corazón a Cristo y experimentar sus misericordias.

Como modelo de este modo de oración, les ofrezco aquí la Oración de Sanación interior compuesta por el P. Tardif, y que en sus palabras refleja el mensaje que he querido compartir con ustedes. Recemosla a solas y despacito, mejor en voz alta, haciendo nuestra cada palabra que pronunciamos, dejando que la gracia de Jesús se manifieste en nuestro corazón, recordando que él nos acepta tal y como somos, y toma en sus manos nuestra vida.


SANACIÓN INTERIOR
Padre de bondad, Padre de amor,
te bendigo, te alabo y te doy gracias
porque por amor nos diste a Jesús.
Gracias Padre porque a la luz de tu Espíritu
comprendemos que El es la luz, la verdad y el buen pastor,
que ha venido para que tengamos vida
y la tengamos en abundancia.
Hoy, Padre, me quiero presentar delante de Ti, como tu hijo.
Tú me conoces por mi nombre.
Pon tus ojos de Padre amoroso en mi vida.
Tú conoces mi corazón y conoces las heridas de mi historia.
Tú conoces todo lo que he querido hacer y no he hecho.
Conoces también lo que hice o me hicieron lastimándome.
Tú conoces mis limitaciones, errores y mi pecado.
Conoces los traumas y complejos de mi vida.
Hoy, Padre, te pido que por el amor que le tienes a Tu Hijo Jesucristo,
derrames Tu Santo Espíritu sobre mí,
para que el calor de tu amor sanador,
penetre en lo más íntimo de mi corazón.
Tú que sanas los corazones destrozados y vendas las heridas
sáname aquí y ahora de mi alma, mi mente,
mi memoria y todo mi interior.
Entra en mí, Señor Jesús, como entraste en aquella casa
donde estaban tus discípulos llenos de miedo.
Tú te apareciste en medio de ellos y les dijiste:
"Paz a vosotros".
Entra en mi corazón y dame Tu paz.
Lléname de amor.
Sabemos que el amor echa fuera el temor.
Pasa por mi vida y sana mi corazón.
Sabemos, Señor Jesús,
que Tú lo haces siempre que te lo pedimos,
y te lo estoy pidiendo con María mi Madre,
la que estaba en las bodas de Caná cuando no había vino
y Tú respondiste a su deseo, transformando el agua en vino.
Cambia mi corazón y dame un corazón generoso,
un corazón afable, un corazón bondadoso, dame un corazón nuevo.
Haz brotar en mí los frutos de tu presencia.
Dame el fruto de tu Espíritu que es amor, paz, alegría.
Haz que venga sobre mí el Espíritu de las bienaventuranzas,
para que pueda saborear y buscar a Dios cada día,
viviendo sin complejos ni traumas
junto a los demás, junto a mi familia, junto a mis hermanos.
Te doy gracias, Padre, por lo que estás haciendo hoy en mi vida.
Te doy gracias de todo corazón porque Tú me sanas,
porque Tú me liberas, porque Tú rompes las cadenas y me das la libertad.
Gracias, Señor Jesús, porque soy templo de Tu Espíritu
y este templo no se puede destruir porque es la Casa de Dios.
Te doy gracias, Espíritu Santo, por la Fé.
Gracias por el amor que has puesto en mi corazón.
¡Qué grande eres, Señor Dios Trino y Uno!
Bendito y alabado seas, Señor.

Por el Padre Emiliano Tardif

FUENTE: Tomado del folleto Jesús está vivo, publicado por la Comunidad "Siervos de Cristo Vivo" en Miami, USA

JESÚS ESTÁ VIVO: EL LIBRO DEL PADRE TARDIF




Reconozco que encontrar este librito en la red ha sido una gran alegría para mí, pues tengo un recuerdo imborrable de dos retiros que hice en Caracas, el último en 1985, con el P. Emiliano Tardif, misionero canadiense que desarrolló su ministerio en la República Dominicana desde 1956, y falleció en 1999 en Argentina, cuando daba un retiro a 250 sacerdotes. Apóstol incansable, predicó el Evangelio en más de 72 países, fundó la comunidad "Siervos de Cristo Vivo" y Escuelas de Evangelización.

El libro es una recopilación de los testimonios de su predicación, de esos signos que acompañaron su anuncio del Evangelio: las sanaciones de tantos hermanos y hermanas enfermos, las conversiones, la paz y la alegría de hacer presente a Jesús, el llamado a la oración y al servicio de la Palabra, la predilección de Dios por los más pobres y sencillos, la manifestación de su amor misericordioso que toca nuestras heridas y nos sana por dentro. De sus enseñanzas recuerdo siempre su insistencia en la fuerza sanadora de Jesús Eucaristía, el amor a María como signo del apóstol, y sobre todo, la necesidad de conocer a Jesús vivo, a través de la oración y de la Palabra. En su sencillez, y no poco buen humor, repetía que se consideraba "el burrito" del Señor, refiriéndose al animalito que Jesús escogió para su entrada en Jerusalén.

Sí, hay que repetirlo: ¡ JESÚS ESTÁ VIVO!, y sigue sanando y liberando a su pueblo, nos sigue congregando e invitando a creer en él y a seguirlo, porque : "El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; conviertánse y crean en la Buena Nueva" (Mc 1, 15)

JESÚS ESTÁ VIVO : DESCARGAR


Para más información sobre el P. Emiliano Tardif, pueden consultar estos enlaces:

EN LA ESCUELA DE LOS GRANDES ORANTES

El libro En la escuela de los grandes orantes, de Jacques Loew, nace de la pregunta sobre la forma de orar de grandes testigos de la fe. Escrito con sencillez y unción, con ese aroma que convida a la experiencia gratificante de Dios en nosotros, su lectura me ha ayudado en varias ocasiones a lo largo de mi caminar en el Señor.

Quizás la fuerza que tiene este libro es su inmenso valor testimonial, y es que me parece que en el tema de la oración, más que teorías, necesitamos tropezarnos con hombres y mujeres de Espíritu, hermanos de intensa vida de oración, y cuyo ejemplo nos contagie.

Los maestros de esta escuela, donde estamos apuntados también nosotros, son nada menos que Abraham, Jacob, Moisés, David, los Anawin, María, Pablo, los cristianos de la edad media, Teresita del Niño Jesús, Bonoeffer,...y por supuesto, Jesús de Nazaret, el Maestro de los maestros, en cuya oración está incluida la humanidad entera.

Que la lectura de este libro despierte en nosotros el deseo de Dios, esa sed por profundizar en el diálogo incesante que el Espíritu Santo suscita en nosotros, y que nos mueve a sumergirnos en el misterio del Dios Vivo que nos inhabita por dentro,... para que podamos hacer nuestras las palabras del salmo 41: "Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío"
 

lunes, 26 de julio de 2010

RAZONES PARA LA ALEGRÍA



Siempre me ha llamado la atención el hecho de que mientras la Palabra de Dios, especialmente el Nuevo Testamento, nos está invitando continuamente a la alegría, a veces en los ambientes religiosos damos la impresión de ser gente extremadamente circunspecta y tiesa, por no decir incluso aburrida.

Por eso cuando estaba adolescente pensaba que todo lo divertido pasaba o fuera del aula, o fuera de la Iglesia. Precisamente, una de las cosas que me “enganchó” cuando era joven en el grupo de oración, fue percibir en aquellos cristianos una alegría radiante, contagiosa, que hacia creíble para mí la presencia salvadora del Resucitado.

Quizás una de las sanaciones más fuertes que puede regalarnos el Señor es liberarnos de un montón de tristezas, nuevas y viejas, que muchos cargamos a cuestas como un fardo, y recibir el don precioso de la alegría, que recrea y hace fuerte el corazón de las personas: “No estén tristes: la alegría del Señor es la fortaleza de ustedes” (Neh. 8, 10)

EL GOZO DE CRISTOLa alegría cristiana va más allá de una simple actitud positiva, por más recomendable que pueda ser esta, o de un mero optimismo, con todo lo benéfico que puede ser para el caminar por la vida. El gozo en el Señor es un don del Espíritu Santo, una gracia prometida para los tiempos mesiánicos, nacido del misterio de la cruz y de la Resurrección, y que Jesús derrama en abundancia sobre su pueblo “como ríos de agua viva,…” (Jn. 7,38)

Saborear el gozo de Cristo en nuestros corazones no nos libra de los problemas, grandes o pequeños, que tenemos que enfrentar en el curso de nuestra existencia. No es una actitud ingenua frente a las dificultades. Los cristianos somos gente realista y responsable llamada a plantar cara a las cosas, pues no hemos recibido un espíritu de timidez, “sino de fortaleza, de amor y de buen juicio” (2Tim 1,7)

Saborear el gozo de Cristo tampoco se reduce a una emoción pasajera, un momento de fervor espiritual que nos hace sentir particularmente contentos y que, emoción al fin, se evapora con los días. Aunque haya circunstancias en que experimentamos más intensamente la alegría de Dios en nosotros, esta se mantiene en lo profundo de nosotros mismos, como una fortaleza interior, un escudo de paz, una convicción de fe y confianza, que alimentamos cotidianamente cuando oramos, leemos la Palabra, recibimos los sacramentos, y vivimos en el día a día las palabras del Evangelio.

Saborear el gozo de Cristo es fruto de la acción de Jesucristo, por su Espíritu Santo, en lo más hondo de nosotros mismos:

* Es la alegría de sentirse perdonado y “tocado” por la misericordia, libre de cadenas de culpas y autorecriminaciones que nos aplastan y entristecen.

* Es la alegría de entregar nuestras cargas, nuestros agobios y preocupaciones en manos de Cristo, y de tomar el yugo “suave y ligero” del Señor (Mt. 11, 28-30).

* Es la alegría de tener a Cristo por compañero y amigo con quien nos andamos de continuo, sanando nuestra soledad y caminando con nosotros.

* Es la alegría que nace de la fe, de la confianza en sus promesas, de qué cuánto pidamos al Padre en su nombre nos será dado (Jn. 14,13).

* Es la alegría de saber que en todas las cosas interviene el Señor para nuestro mayor bien (Rom. 8,28); que Dios, que alimenta a las aves del cielo y viste a los lirios del campo, nos socorre en todas nuestras necesidades (Lc. 12, 22-31).

* Es la alegría de pertenecer a la comunidad cristiana, de compartir con los hermanos y hermanas en la fe, de apoyarnos mutuamente en el seguimiento a Jesús (Hch 2, 42-47).

* Es la alegría de sentirse llamados personalmente por el Señor a seguirle, a ser sus colaboradores en el proyecto del Reino de Dios (Jn. 15, 16-17)

* Es la alegría prometida a los que trabajan por el bien de sus hermanos, a los que buscan la justicia, se liberan de la atadura de su individualismo, practican el mandamiento nuevo del amor, y hacen el bien a todos cuanto pueden, porque como prometió el propio Jesús en la última cena “Sabiendo esto, dichosos serán si lo cumplen” (Jn. 13,17)

EMBAJADORES DE LA ALEGRÍA

Esta buena noticia de la alegría debería ser una invitación a que nos convirtamos en embajadores de la alegría, allí en el ambiente donde nos movemos, en nuestra propia circunstancia de vida. Alguna vez me ha tocado la suerte de convivir, con algunos de estos “ministros” escondidos del buen humor, embajadores de la alegría, gente abierta, sin rigideces, que allí por donde andan van contagiando su buen ánimo, de sonrisa campechana, fraternales, comunicativos,…Vivamos también nuestra condición de “embajadores” con sencillez, sin grandes discursos, basta a veces una palabrita amable que digamos, una sonrisa, un abrazo, una frase de aliento, o de esperanza, dicha como si tal cosa, un pequeño servicio a los otros,…porque la alegría tiene esto: que crece siempre que la compartimos con los demás.

A tono con la reflexión que he querido compartir con ustedes, les traigo el libro de José Luis Martín Descalzo: “Razones para la alegría”, que en su sencillez va desgranando capítulo a capítulo las motivaciones que van fortaleciendo en nosotros la alegría, como un don que compartimos con los demás, y que va configurando nuestra vida.

sábado, 24 de julio de 2010

JESÚS, HOMBRE LIBRE


EL misterio de la persona de Jesús sigue despertando fascinación. El controvertido predicador de Galilea, con su amor a los pobres y excluidos, su enfrentamiento y crítica a los poderes de este mundo, y su mensaje centrado en el mandamiento nuevo del amor, sigue inspirando a artistas, pensadores, líderes sociales y humanistas.

 El testimonio que tenemos del Jesús histórico, el rabino judío que murió crucificado hace más de 2000 años, lo encontramos en Los Evangelios, los cuales, aunque basados en la vida de Jesús, en sus hechos y palabras, son narraciones escritas desde la fe de las comunidades eclesiales del siglo I, una fe que confiesa a Jesús, como El Cristo, el Mesías ungido de Dios.

El paso del Jesús de la historia al Cristo de la fe, está determinado por un acontecimiento singular: la Pascua, la experiencia de la muerte y resurrección de Jesús. De hecho, cuando decimos Jesucristo, estamos haciendo una confesión de fe: reconocemos que este Jesús, muerto en la cruz y resucitado, es el Cristo, el Señor de la historia, el Hijo unigénito del Padre.

Jesús, hombre libre aborda precisamente este tema, central en la cristología, y lo hace partiendo de la experiencia fundante de la Pascua, a cuya luz los creyentes interpretaron toda la experiencia histórica que habían vivido con el maestro de Nazaret. Quizás los capítulos más interesantes del libro son aquellos en que el autor, Christian Duquoc, señala como la humanidad libre de Jesús, nos convoca a vivir en libertad; y es que la experiencia con el rostro humano de Dios, Jesucristo, revela a cada hombre y a cada mujer el misterio de su propia humanidad, aquella dignidad única que nos hace hijos de Dios y hermanos entre nosotros.

Que la reflexión que nos propone este libro nos ayude a profundizar en el conocimiento de Jesucristo, de quién hemos recibido toda gracia, "porque la Ley fue dada por medio Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo" (Jn. 1, 17)

jueves, 22 de julio de 2010

El DISCÍPULO

¿Qué significa ser discípulo de Cristo?, ¿Cómo vivieron esa experiencia los apóstoles? ¿Vivimos nuestra vida cristiana en clave de seguimiento al Maestro?, estás y otras preguntas nos responde el autor de este interesante libro sobre el discipulado cristiano.

Recuerdo que cuando lo leí me llamó la atención su franqueza, cuando señala que muchos de nosotros no terminamos de comprender lo que significa seguir a Jesucristo, y permanecemos en un estado de inmadurez por no determinarnos a seguir a Cristo, el Señor, con todas sus consecuencias.

Aunque el libro está escrito en el contexto de las Iglesias evangélicas, estimo que sus enseñanzas, basadas en el estudio de los Santos Evangelios, son muy útiles y necesarias para todos aquellos que nos hemos sentido llamados por Jesús a caminar en su seguimiento, y queremos responder dando ese "sí" cotidiano, en medio del ir y venir de cada jornada.

Uno de los frutos que me dejó su lectura, fue una nueva comprensión de la figura de Jesús como Maestro, con toda su bondad y misericordia, pero también con su tremenda exigencia y radicalidad. A veces tenemos una imagen un tanto "meliflua" de Jesucristo, a ello ha contribuido una iconografía a mi gusto demasiado "dulzona" y alambicada, que no hace justicia al Jesús de los Evangelios, el que predicaba con autoridad, el que se enfrentó a los poderes de su tiempo, el que permaneció en silencio, con una solemne dignidad, cuando era acusado injustamente, el que reprendía a Pedro y a los apóstoles si la ocasión lo ameritaba. A mí, por ejemplo, que ejerzo de profe siempre me ha llamado la atención la autoridad que emanaba de la persona del Señor, y que sorprendía a sus contemporáneos: "Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas." (Mc. 1, 22) Hoy, cuando se discute sobre la necesidad de que los maestros recuperen la autoridad en la enseñanza, como un servicio a los fines de la misma educación, el testimonio de Jesús de Nazaret es muy revelador.

Les propongo este librito, que él nos ayude en nuestra vida de discípulos de Jesús. Y que podamos decir, llegada la ocasión, si nos preguntan: "Señor, ¿dónde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna" (Jn 6,68).

miércoles, 21 de julio de 2010

EL ESPÍRITU SANTO Y TÚ

Vivimos los tiempos del Espíritu Santo, cuando la gran promesa que Cristo hizo a sus seguidores: "Recibirán la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes, y serán mis testigos..." (Hech. 1,8) es ya una realidad en la vida de la Iglesia.

Es por eso que el libro El Espíritu Santo y tú, aunque ya tiene sus años, no pierde actualidad, pues nos introduce en forma amena y sencilla, en base a las Sagradas Escrituras y al testimonio de los autores, en esa experiencia de renovación de la acción del Espíritu Santo, y que se manifiesta, no sólo a través de los cárismas con que el Espíritu adorna a la comunidad, sino en esos frutos que va obrando en los corazones: un nuevo gusto por las cosas del Señor, un deseo de orar, de leer y meditar la Palabra, de servir a los hermanos y hermanas, un sentimiento de comunión con Cristo, una fe viva en el poder de Jesús para cambiar nuestras vidas, un gozo inmenso en su salvación, y, sobre todo, el signo de los signos, la experiencia de sentirnos amados por Cristo y enviados por Él a testimoniar este inmenso amor allí donde estemos, en medio de nuestra familia, con nuestros amigos, en el trabajo,...

Qué la lectura de esta obrita nos ayude a profundizar en la experiencia del Espíritu Santo, y nos haga dóciles a su acción en nosotros para que de verdad seamos testigos de Cristo Resucitado en Jerusalén, en Samaría y hasta los últimos rincones de la tierra, en esta España donde vivo, en Canarias, y en la isla de Tenerife, con sus riscos y su brisa del alisio. (Cfr. Hch. 1,8)

martes, 20 de julio de 2010

EL SEÑOR ES MI PASTOR


Hace algunos años hice un retiro carismático en Caracas con el autor del libro El Señor es mi pastor, el teólogo mexicano Salvador Carrillo Alday. Recuerdo que me sorprendió la profundidad y sencillez de sus explicaciones teológicas, en base a una lectura detenida de algunos pasajes de los Evangelios.

Aún resuena en mí su invitación a que fundáramos nuestra espiritualidad, no en sentimentalismo pasajeros ni en piadosas ideas, sino en la fuerza viva del Jesús de los Evangelios, en la lectio divina, estudio orante y sapiencial de la Palabra, bajo el soplo del Espíritu Santo, que nos va transformando en verdaderos discípulos del Maestro de Nazaret.

El Señor es mi pastor, que lleva como subtítulo “cristología bíblico-pastoral”, nacido al calor ardiente de la Palabra, se centra en el estudio de la persona de Jesús como el Buen Pastor de su pueblo, un título de amplias resonancias bíblicas, que nos revela la identidad profunda de Jesús como Mesías, su ministerio de salvación y liberación, y la relación tan especial que quiere tener con nosotros, las ovejas que formamos el “pequeño” rebaño de Cristo, a quien el Padre le pareció bien dar el Reino (Cfr. Lc. 12, 32)

FALSA AMISTAD : ¡NO A LAS DROGAS!


Falsa amistad es un canto del grupo español Fondo Flamenco sobre los jóvenes, las drogas y la amistad. La letra parece aludir a la muerte prematura de un joven, que se deja engañar por ciertas amistades, y cae atrapado en el mundo de la adicción. El tema me ha parecido interesante porque hace algunas referencias a la sensación de estar vacío, en medio de un mundo percibido como mentiroso, donde valores tan fundamentales como la amistad, son a menudo trastocados por el interés y el engaño.

La canción se puede trabajar en clase de Religión, en algunos temas que tienen que ver con la concepción cristiana de ser persona, la dignidad humana, la libertad y la verdadera amistad (lo recomendaría especialmente para 2º ESO y 3º ESO, e incluso para 1º ESO). Después de escuchar el canto con los chicos, mejor con el apoyo del vídeo, se pueden hacer algunas preguntas a la clase en general, o en pequeño grupo:

1. ¿Qué suceso narra la letra de la canción?, ¿quiénes la cantan? Intenta reconstruir la historia del protagonista.
2. Antes de iniciarse en el consumo ¿Pensó el protagonista en las consecuencias de su acción? ¿Qué le llevó a consumir drogas?
3. ¿Qué visión del mundo se deduce de la canción?
4. ¿Cómo se sentía el protagonista en relación al sentido de su vida?
5. ¿Qué papel puede jugar en la vida de un joven la gente que le quiere, los amigos, la novia, la familia? ¿Cómo aparecen en el canto?
6. ¿Qué es una falsa amistad? ¿Cómo se diferencia de una verdadera amistad?
7. ¿Cómo le recuerdan los amigos que le conocieron?
8. Opina sobre la frase: “No te sientas culpable de lo que has hecho”9. ¿Qué consecuencias puede tener la adicción a las drogas?
10. Como cristiano responde: ¿Por qué el consumo de las drogas contradice el modelo de ser persona humana de Jesús de Nazaret?

Competencias que se promueven: aprender a aprender, social y ciudadana, comunicación lingüística y autonomía e iniciativa personal.

La imagen de Jesús aparece en el colofón del vídeo, como una puerta a la experiencia de la verdadera libertad y de la amistad. Qué él proteja el camino de los jóvenes y nos inspire siempre en nuestra tarea educativa.

viernes, 16 de julio de 2010

María, mujer de carne y hueso

Un hermoso canto del compositor latinoamericano Luis Enrique Mejía dedicado a las mujeres del pueblo, fuentes de vida, apoyo y sostén de tantos proyectos de solidaridad, de entrega a los demás, que tienen la fantasía, y el coraje, para seguir luchando, más allá de los cansancios, venciendo la desesperanza y el escepticismo, a veces en contextos de injusticia y de violencia, dando la cara, sonriendo, ...y esperando, esperando siempre.

Yo lo he dedicado a María, la madre de Jesús, porque más allá de las prerrogativas de nuestra Señora, que la elevan por encima del común de los mortales, me gusta contemplarla como una mujer de carne y hueso, que vivió su fe y su amor a Cristo, en el claroscuro de la vida cotidiana, entre los quehaceres de la casa, identificada con los pobres de la tierra, como se trasluce en el canto profético del Magnificat, donde ensalza a ese Dios: " ...que derriba del trono a los poderosos, y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos" (Lc. 1, 52-53).

Santa María, mujer de carne y hueso, Señora del trajín de cada día, ayúdanos a vivir en obsequio de Jesucristo y de nuestros hermanos. Amén.

jueves, 15 de julio de 2010

¿EXISTEN “PRUEBAS” DE LA EXISTENCIA DE DIOS?


En estos últimos días participé en un interesante foro donde se debatía si desde el punto de vista de la razón, dejando de lado lo que se nos dice en la revelación cristiana (la Biblia), es legítimo hoy día creer no sólo en Dios, sino también en la Resurrección de Cristo, que es el centro de gravedad de la fe. Hubo un tenderete variopinto de respuestas, algunas de una intolerancia tal, que, amparadas en el anonimato de la red, no se cortaban un pelo a la hora de insultar al contrario; otras demostraban una fe, a mi humilde modo de ver, bastante ingenua. Y entre unas y otras, respuestas lúcidas, llenas de buen sentido y abiertas al diálogo respetuoso, tanto de creyentes como de no creyentes.

Sea como sea, a pesar de que la religión y la experiencia de la fe, en medio de este proceso irrefrenable de secularismo que vivimos, parecen estar de capa caída, me llamó la atención la prolífica participación en dicho foro: ¡más de doscientas intervenciones distintas!, lo que demuestra que el tema sigue vigente y preocupa a mucha gente. En mi caso personal significó una oportunidad para reflexionar sobre los fundamentos de mi propia fe cristiana, y compartir con otros, como dice Pedro en su primera carta, las razones de mi esperanza: “siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza. Pero hacedlo con dulzura y respeto.” (1Pe 3,15-16).

Quiero compartir aquí con ustedes la respuesta que he dado con respecto a algunos puntos de la discusión:

1. La Existencia de Dios

Para mí la existencia del mundo, el diseño inteligente que se percibe en la naturaleza, no es posible explicarlo a menos que exista una inteligencia primera que haya conducido sabiamente la evolución de la materia, desde el bing bang hasta la neurona humana, la célula más evolucionada que existe ¿Quién ordenó la molécula del ADN? ¿Quién “dibujó” la simetría y funcionalidad de mis pulmones? Algunos piensan que por simple azar, bajo la guía del principio de la selección natural, que va descartando lo que no funciona, y privilegia naturalmente lo que favorece la supervivencia. Y sin embargo, cabe preguntarse, si ello fuese así, ¿quién estableció esa ley en la naturaleza? ¿se la dio la materia a sí misma? Sinceramente, y con todo respeto, me parece racionalmente absurdo que el orden que se percibe en el mundo e incluso la existencia misma del mundo, no respondan a una causa primera, una fuerza que origina el milagro de la vida. Es como contemplar el cuadro de “La Mona Lisa” y pensar que se pintó sóla, el dibujo se hizo solo, los colores se juntaron por puro azar, y se formó la Mona Lisa. Y cuando veo el cuadro, dado que no he visto nunca a Leonardo Da Vinci, deduzca por ello que no existe un pintor creador de esa hermosa pintura.

Ciencia y fe

Precisamente, como la vida responde a unas pautas o leyes, es posible hacer ciencia, determinar los hechos que se suceden y las relaciones que se establecen entre ellos. El sentido de esos hechos, su significado último para el hombre, y su valoración ética, escapan del campo de la ciencia. Es la esfera de la Religión. En este sentido, yo no veo ninguna oposición entre ciencia y fe. La Biblia no es un libro científico, es una experiencia histórica de fe, vivida en un pueblo y testimoniada en unos relatos que tienen unos géneros literarios. Por ejemplo: El relato del Génesis no puede interpretarse literalmente, algunos estudiosos piensan que es un mito que Israel toma de Babilonia. El mundo no fue hecho en 7 días, ni hay tampoco una serpiente parlanchina coqueteando por el jardín. Eso son figuras o imágenes, detrás de las cuales descubrimos la experiencia de fe de un pueblo: existe un Dios, creador y origen del mundo y de la vida, lo cual no contradice para nada ni la investigación científica, ni la evolución, ni la teoría del bing bang.

¿Es relevante para el ser humano la existencia de Dios?

Cabe preguntarse: ¿por qué es relevante para el ser humano la existencia de Dios? Pienso que lo propio del ser humano es buscar el sentido y el significado de las cosas que vive. La fe en Dios es una experiencia fuerte que da sentido y significado a la vida humana, aunque, claro está, no es la única. Para algunos puede ser la patria, o el arte, o la ciencia, o la justicia social. Sin embargo, la religión apunta quizás a lo más definitivo, al anhelo de trascendencia, dado que nos enfrenta al misterio de la muerte. Recordemos que el ser humano es el único animal que “sabe” que muere, por eso todos los homínidos han hecho ritos funerarios, que en el fondo son ritos religiosos, y por eso la experiencia religiosa es universal, en todas las culturas, a lo largo y ancho de la historia. La creencia en Dios es relevante no sólo porque da sentido y significado al misterio de la propia existencia, sino también a este hecho inexorable de la muerte.

2. La Resurrección de Cristo

Otro aspecto que se abordó en el foro fue el del fundamento histórico de la Resurrección de Cristo. Ante este punto central, los cristianos reconocemos que nuestra fe se basa en el testimonio de los apóstoles y demás testigos de la Iglesia del siglo I, vertidos en los escritos del Nuevo Testamento. Y nada más. Lo curioso es explicar cómo logra extenderse de una manera tan admirable un movimiento como el cristianismo, sin que haya sucedido algo tan impactante como la Resurrección de Cristo. Un grupito de galileos ignorantes y necios, en una provincia pobre del imperio romano, sin grandes recursos, logran imponerse a la cultura greco-romano y penetrar todos los rincones del imperio, soportando tres siglos largos de persecuciones terribles. Me parece por lo menos para pensar. Algo tiene que haber pasado para que la fe en Jesús de Nazaret no sólo haya sobrevivido los embates del tiempo, sino que encima tenga la pretensión de afirmar algo tan rotundo como la Resurrección.

Los relatos del Evangelio sobre la Resurrección

A mí, por ejemplo, el análisis crítico de los relatos de los Evangelios sobre este tema, me confirman que no fueron, ni mucho menos, una idea montada para engañar. Empezando porque a ningún judío se le hubiera ocurrido poner a mujeres como testigos de un hecho tan capital para la fe. Para la ley judía la mujer no servía como testigo en un juicio legal, entonces ¿qué pintan esas mujeres ahí? Además, la idea de la Resurrección no era común en el Antiguo Testamento, y tampoco en la cultura de la época: ¿De dónde surgió esta afirmación? y así otros detalles que vienen del estudio crítico-histórico-cultural de los Evangelios y que confirman que lo que el pueblo de Dios lleva dos mil años confesando, celebrando, testimoniando y hasta dando su sangre por ello, tiene fundamento histórico: “Os hemos dado a conocer el poder y la Venida de nuestro Señor Jesucristo, no siguiendo fábulas ingeniosas, sino después de haber visto con nuestros propios ojos su majestad” (2Pe 1,16)

3. Algunas conclusiones

Comprendo que los argumentos que he expuesto están sujetos a diversas interpretaciones. Son "pistas", racionales, que me han ayudado a vivir mi fe, pero no son pruebas absolutas, que tengan que ser aceptadas por todos como indiscutibles. Eso sería una pretensión poco humilde de mi parte.

De hecho no existe una prueba absoluta, irrefutable, y definitiva ni de la existencia de Dios, ni de la existencia de Cristo, ni mucho menos de su Resurrección. Todos los argumentos que puedan presentarse a favor o en contra, están sujetos a interpretación, son posibles "pistas" que apuntan en uno u otro sentido.

La fe es para mí un acontecimiento personal, una experiencia de vida, que se puede compartir con otros, pero no "demostrar", ni imponer como absoluto. Al remitir a una experiencia personal, siempre podremos dudar (decir por ejemplo que es un autoengaño, o un fenómeno psicológico, etc. Aunque esto tampoco se puede demostrar).

Para mí, el discurso de la razón, como único instrumento de explicación válido de la realidad, tiene sus limitaciones. De allí la crisis de la modernidad y de la posmodernidad. La Religión o la fe, como el arte o como la experiencia del enamoramiento, son intuitivos, se experimentan, se viven. Y luego compartimos esa experiencia. La narramos, pero no la convertimos en una verdad demostrada. Es una forma “distinta” de conocimiento. Querer “demostrar” la experiencia de Jesús Resucitado es tan inútil, como “demostrar” que una flor o una melodía son bellas, o la sensación de estar enamorados. Eso no significa que sean “mentira” la belleza de la flor o el misterio del amor. Simplemente son formas distintas de conocimiento. Lo “vivencial” cede protagonismo a lo “nocional”.

En mi caso la experiencia de fe en Jesucristo me ha ayudado a vivir más plenamente como ser humano, a sentirme comprometido y responsable por el logro de un mundo más justo, fraterno y humano. La fe me ha hecho más sensible, integro y realista. Me ha ayudado a encontrar mi propia identidad humana. Le ha dado sentido a mis sufrimientos y a mis alegrías. Se podrá decir que hay gente que vive esto sin ser cristiano, y es cierto. Pero simplemente hablo de los frutos de la experiencia que yo he vivido. Aunque mi experiencia está sujeta a diversas interpretaciones, para mi propia vida e historia personal son verdad. Y no se trata simplemente, en mi caso, de “ganar” el cielo o evitar el castigo divino. Creo que es el camino de realización humana y ética, aquí en esta historia y en este mundo. En este sentido, me siento en comunión con todos los que luchen por el mismo ideal, sean creyentes o no creyentes.

La legitimidad, para mí, de la experiencia religiosa está, precisamente, en que si nos ayuda, o no, a vivir más plenamente nuestra humanidad integral, a ser más solidarios, a comprometernos con los demás en un mundo de tolerancia, justicia y fraternidad.

Como pueden ver no tengo pruebas irrefutables de lo que creo. Tengo la simpleza de mi propia historia que testimonia a Jesucristo e intenta seguirle. No soy dueño de verdades absolutas y definitivas. Mi fe no es una mera noción intelectual, es un acontecimiento, una gracia, el encuentro con una persona viva, una experiencia liberadora muy real para mí, y que da sentido pleno a mi vida.


Hasta aquí la respuesta que he dado. Estoy abierto a todos los comentarios y opiniones que puedan aportar sobre lo que he expuesto.

@MarceloMartín

martes, 13 de julio de 2010

OPERACIÓN JESUCRISTO


El conocido autor del bestseller "El vendendor más grande del mundo", Og Mandino, ha escrito una fascinante novela: Operación Jesucristo. Un hombre viaja hasta el siglo I de nuestra era, e intenta averiguar todos los hechos relacionados con el acontecimiento capítal de nuestra historia: la Resurrección de Jesucristo. Después de una serie de peripecias, consigue por fin armar las piezas del rompecabezas, dejando en el lector la sensación de haber estado allí, en vivo y en directo, en primera fila casi, codo con codo, con los principales testigos de Jesús Resucitado. 

La Resurrección de Jesucristo es el centro de gravedad de la fe cristiana. Formalmente, esta fe se fundamenta en el testimonio de los apóstoles y de los testigos de la generación apostólica, tal y como se certifica abundantemente en los escritos del Nuevo Testamento. Como dice Juan en su primera carta: "lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos,..." (1Jn 1,1). Esta fe primera de la Iglesia, es revivida en el corazón de cada discípulo, a lo largo de la historia, llamado a encontrarse con Jesús Resucitado. Por su Espíritu, derramado en nuestros corazones, reconocemos que Jesús está vivo, verdaderamente Resucitó el crucificado, y los ríos de agua viva se derramaban en nosotros, cuando participamos de esta alegría pascual. Entonces podemos decir a los apostóles, lo que los vecinos le dijeron a la mujer samaritana: "Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo" (Jn 4, 41)

Qué el Espíritu Santo nos confirme en esta experiencia salvadora de la Resurrección de Cristo, para que sintamos la cercanía y el amor de Aquel que es el mismo, ayer, hoy, mañana y siempre. (Heb. 13,8)

ANTES DE FORMARTE, TE CONOCÍA

Un canto basado en la vocación profética de Jeremías (Cap.1), compuesto por el grupo peruano Siembra, y que con los años se ha hecho muy conocido a través de diversas versiones interpretativas. A mí me seduce la música original que es tipicamente peruana, y que me traslada a mi experiencia cristiana primera, de apostolado y formación, en nuestra América Latina.

Ahora vivo aquí, en las aguas del Atlántico, en medio de un pueblo que tiene sus propios dolores y sus propias alegrías, en esta Europa secularizada y moderna, sedienta también de Dios y de sentido. Dios sigue escogiendo profetas, hombres enviados a dar una palabra ungida, una palabra de consuelo, una palabra valiente, de justicia y fraternidad,...fundadores de una verdadera "contra-cultura", que libera el corazón, y nos da la alegría inefable de ser anunciadores del Reino nuevo de Dios, también aquí en esta España nuestra, la España y las Canarias del 2010.

El vídeo puede ser interesante para el tema de la vocación en la Iglesia, presente en el temario de la Clase de Religión, especialmente de 2º ESO, 3º ESO y también de 1º Bachillerato.

¡Qué el Espíritu Santo suscite nuevos y valientes profetas de Cristo y de su mensaje en la Iglesia de nuestro tiempo!

lunes, 12 de julio de 2010

PADRE AMERINDIO

Los que llevamos a fuego, tatuados en el alma, la marca americana, mestiza, evangélica, libertaria, no podemos dejar de sentirnos conmovidos por este canto, ...una verdadera profecía reivindicativa en honor a nuestros padres indígenas, en honor a nuestra bella amerindia, un canto interpretado por Jimena Arrieta, que se transforma en ofrenda a María, madre que se hizo mestiza como nosotros, para visitarnos con sus pies descalzos y ofrecernos a Jesús, el Dios crucificado, que elige lo necio, pobre y bajo del mundo, para confundir lo sabio, rico y noble de la tierra.

Sí, María, madre querida de nuestra América Latina, te ofrecemos nuestras vidas, haz que aquí o allá, do quiera que estemos, tengamos un corazón fraterno y hospitalario, un corazón lleno de luz como la pachamama de nuestra amada tierra latinoamericana

LA CREACIÓN



Una hermosa canción sobre el milagro maravilloso de la creación, ...esta diversidad de seres que gritan y bailan y que nos invitan a alabar a Dios,...El canto es ideal para la catequesis y las Clases de Religión de primaria, ...que los niños la canten y sepan reconocer al creador en el arco iris de lo que vive y respira,...No sé a ustedes, pero a mí es un canto que, en su simplicidad, me llena de alegría. Disfrútenlo

¡QUÉ CANTEN LOS NIÑOS!


Les ofrezco el conocido canto del cantautor español José Luis Perales: ¡Qué canten los niños!, y lo ofrezco unido a ustedes, como una oración, una ofrenda a Cristo, que nos dijo que si no volvíamos a ser como los pequeños, no podríamos entrar en el Reino de Dios, ...y que esta plegaria sea un reclamo para que los "grandes" podamos darles un mundo donde ninguno tenga que pasarlo mal a causa de la injusticia, el hambre, la violencia,...sí, yo rezo y canto por ellos y en ellos por todos y todas,...

¿DE QUÉ COLOR ES LA PIEL DE DIOS?


Esta canción del grupo Viva la gente me transporta a mi adolescencia. Me acuerdo cantarla cuando estaba en 6to. de primaria. Es decir, que el canto ya tiene sus añitos.

Y, mira por donde, este mensaje sigue vigente en el 2010: ante Dios nuestro Señor todos somos iguales, una sencilla verdad, y un trecho por recorrer para que esta igualdad sea una realidad viva, en un mundo más justo, o, simplemente más humano, más fraterno,...

sábado, 10 de julio de 2010

África: Paisajes y música


Al concluir este Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010, rindo homenaje a los bellos paisajes naturales de África, un rostro distinto de este sufrido continente tan cercano a nuestras Islas Canarias, un motivo también para alabar a Dios por las maravillas de la creación, "Todo lo que respira, alabe al Señor, Aleluya" (Sal. 150)

viernes, 9 de julio de 2010

RELIGIONES MONOTEÍSTAS EN EL MUNDO


Aquí les dejo tres pequeños vídeos sobre la presencia de las tres religiones monoteístas en el mundo actual: el cristianismo, el islam y el judaísmo. Pienso que puede ser un recurso muy útil para la clase de Religión. De hecho, el tema de las Religiones estás presente, con distintos matices, en el temario de 1ºESO, 2º ESO, 3ºESO e incluso 1º Bachillerato. 

El estudio escolar de la Religión cristiana incluye el conocimiento de las otras religiones, sus fundamentos históricos, las bases de su credo, sus expresiones culturales e históricas. A través de ello se contribuye a que el alumno progrese en el logro de la Competencia social y ciudadana, valore las producciones artísticas de otras culturas religiosas, Competencia artística y cultural, y conozca la existencia de diversidad de credos en su propio medio social, Competencia de relación con el medio físico, entre otras competencias.

Dicho de otra manera, conocer, desde nuestra identidad cristiana, a las otras religiones, propicia algunos valores fundamentales del ciudadano: la convivencia social, la interculturalidad, el respeto a la diversidad, en definitiva, el diálogo como actitud de vida.

Cuando algunos proponen que "lo religioso" debe estudiarse "extra-escolarmente", creo que no han considerado la importancia del conocimiento de la propia religión y de las religiones en general, para el logro de una sana convivencia social, para comprender la propia identidad cultural y para la formación de la libertad de la conciencia individual, el tesoro más sagrado de todo ser humano. Precisamente, a mí me gusta decir, que la Religión en la escuela debe ser un garante de la libertad de la conciencia de los ciudadanos.


Qué Jesús nos dé a todos un corazón grandote, donde quepa el mundo, y, de paso, vivamos el mandamiento nuevo del amor, que no tiene raza, ni color, ni frontera,...

EL CRISTIANISMO EN EL MUNDO
EL ISLAM EN EL MUNDO

EL JUDAISMO EN EL MUNDO

jueves, 8 de julio de 2010

Espiritualidad Mariana de la Iglesia


El libro Espiritualidad Mariana de la Iglesia, de Juan Esquerda Bifet, constituye una revisión, desde una perspectiva bíblica-teológica, del lugar que desde los primeros siglos del cristianismo, ocupa María, la Madre de Jesús, en la espiritualidad cristiana.

La Iglesia, iluminada por el Espíritu Santo, ha ido penetrando a lo largo de los siglos en el misterio de esta mujer, en las maravillas de amor y gracia que Dios ha obrado en ella: su Inmaculada Concepción, su gloriosa Asunción al cielo, su Perpetua Virginidad y, especialmente, su Maternidad divina. 

Así mismo, contempla a María, miembro eminente del cuerpo místico de Cristo, en su papel de intercesora del pueblo de Dios. Ninguna otra criatura ha experimentado de una manera más radical la misericordia divina, por eso es invocada como abogada ante el único mediador: Jesucristo, Señor Nuestro. Ella adelanta la hora de Jesús en Cana de Galilea, lo acompaña hasta la cruz; ella se une a la plegaria de la primitiva comunidad, formando un sólo corazón y una sola alma con los hermanos y hermanas, en la espera gozosa del Espíritu Santo, la gran promesa de Cristo.

María es también modelo en el discipulado de Cristo. Ella, la primera creyente, ha permanecido siempre unida a Dios, por la fe, la esperanza y la caridad; contempla la Palabra en su corazón, y la comunica en su vida cotidiana. A veces sin entender mucho, pues Dios no la eximió de la noche oscura de la fe, pero se ha fiado de Dios, ella, su esclava y servidora, ha confiado en él, y se ha entregado totalmente, desde su profunda humildad, al servicio de Dios y de los hermanos.
Pidamos al Espíritu Santo, que cubrió a María con su sombra, que nos descubra los tesoros de gracia y misericordia que ha escondido en el misterio de la Madre de Dios, que ella nos ayude a vivir en Jesucristo, enraizados en Él, por quien ha venido toda bendición y toda gracia. Y que el librito que hoy les propongo nos ayude en este camino. 

Acompañando este post les obsequio este precioso canto "María, Mírame" de Jaire:





miércoles, 7 de julio de 2010

El CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA


Sucedió en Venezuela, hace ya algunos años. Tenía este libro sobre una mesa, y un chico de la catequesis, tendría unos 8 o 9 años, intentando hacerse el gracioso, al ver el grosor del tomo en cuestión, me dice: "Marcelo, ese Catecismo tuyo debe ser el papá de los nuestros" Y trás el ocurrente dicho, la risa de los niños.

Traigo esta anecdota a colación, porque a pesar de la simpleza del comentario, no deja de tener un fondo de verdad, pues en El CATECISMO se contiene en forma clara, expositiva y sistemática, la fe que profesa la Iglesia, lo que ella cree y confiesa, en relación al misterio de Dios, del hombre y de sí misma, como nuevo pueblo de Dios. De allí, que sea la fuente de consulta imprescindible para todo cristiano, especialmente para aquellos a quienes se les ha confiado la misión de la enseñanza de la fe y el pastoreo de los hermanos.

Pienso que El CATECISMO es, ante todo, especialmente para nosotros profesores de Religión, no una mera colección de verdades, sino un libro "vivo" que nos ayuda a comprender el misterio de la Revelación cristiana, y que debe ser leído en clave dialogal con las luces y las sombras, las penas y los gozos, de los hombres y mujeres de hoy, y concretando aún más, de esta España y esta Canarias del 2010.

CATECISMO DE IGLESIA CATÓLICA : DESCARGAR

PROFETISMO EN ISRAEL


De mis estudios de Teología en Caracas, una de las asignaturas que más honda huella me dejaron fue el estudio de los Profetas del Antiguo Testamento. Escuchando al Padre Frades, claretiano, sentía fascinación por esa figura carismática del Nabí, "profeta" en hebreo, como hombre elegido y enviado por Dios para denunciar la injusticia, y anunciar la palabra consoladora de Yahvéh, sus promesas, su llamado a volver al proyecto originario de Israel, una sociedad contraste, donde impera la "justicia y el derecho", y la tierra es heredad común del pueblo, sin esclavos, ni ejércitos, la asamblea de los hijos de Dios, el pueblo santo de la Alianza.

Precisamente, uno de los libros que más utilicé por esos días es el que hoy les ofrezco: Profetismo en Israel de José Luis Sicre, un estudio completísimo del fenómeno profético israelita, que abarca el contexto histórico-cultural en el que surge y se desarrolla el profetismo, la figura en sí de los profetas, y una introducción teológica a sus respectivos libros.

Una de las cosas que más me impacta de la lectura de los libros proféticos es la vehemencia del Dios Yahvé, tanto cuando denuncia el pecado de Israel, como cuando anuncia bendición y gracia. Lejos estamos aquí del Dios impasible de los griegos, este Dios siente una verdadera pasión por el bien de la persona, le preocupa el asunto del huérfano y de la viuda, del pobre y del forastero, ama a su pueblo con un celo de esposo, de pastor, de padre. De allí ese lenguaje a veces duro y amenazador, a veces tierno y conmovedor, siempre misericordioso, con que se comunica con su pueblo amado.

Leamos este libro, animados por el Espíritu de Jesucristo, pues en él hemos sido ungidos sacerdotes, profetas y reyes; en él la profecía se ha cumplido a cabalidad, pues como dice el autor de la carta a los Hebreos: "Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas: en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo". (Hb. 1,1)

Que el Espíritu Santo nos descubra los tesoros de la Palabra de Dios, e incline nuestros corazones a su lectura. Amén. 

martes, 6 de julio de 2010

EL PRECIO DE LA GRACIA - Dietrich Bonhoeffer




El libro de Dietrich Bonhoeffer (1906-1945), un cristiano que ha vivido su itinerario de fe en el difícil contexto del nazismo alemán, se centra en la experiencia radical del seguimiento a la persona santa de Jesús de Nazaret, en base a los testimonios que tenemos en los Evangelios. Un seguimiento que es al mismo tiempo un camino de liberación de las falsas servidumbres que oprimen y achican el corazón de las personas. 

El llamado a seguir al Maestro es una invitación universal, está dirigido a todo cristiano o cristiana, de cualquier condición y estado, que quiera ser fiel a la gracia de la salvación y a la invitación a vivir la vida según el Evangelio. 

Llama la atención la fascinación que ha ejercido esta obra en varias generaciones de cristianos, convirtiéndose en todo un clásico de espiritualidad de nuestro tiempo. Además, su palabra tiene el sello de aquel que ha confesado su fe, hasta entregar la propia vida. Resalta la hermosa frase con que definía Dietrich a nuestro Señor: "Jesús, un hombre para los demás"

Que el Señor nos conceda leer su santo Evangelio con ojos de discípulo y en actitud de seguimiento a su persona Resucitada.


NO ME LLAMES EXTRANJERO


Les presento este vídeo del poema-canción de Rafael Amor, que trata de un tema para mí muy sensible: la inmigración.

Yo emigrante , hijo y nieto de emigrantes, que me he pasado más de doscientos años de mi árbol genealógico cruzando de aquí para allá, y de allá para acá el bendito Atlántico: Caracas, Tenerife, Cuba, Las Palmas, y otra vez, Caracas, y ahora de nuevo Tenerife, tengo de tanto viaje un corazón que navega los continentes y que en cualquier playa se siente en casa. 

Además, trabajo con alumnos de medio planeta: rumanos, cubanos, venezolanos, colombianos, argentinos, chilenos, uruguayos, peruanos, chinos, saharauis, bolivianos, ecuatorianos, dominicanos, brasileños, búlgaros, eslovacos, alemanes, noruegos, ingleses, rusos, guineanos, magrebíes, nigerianos, senegaleses,... y más, y más, además de españoles de distintas comunidades, y por supuesto, de gente de Canarias.

Quienes conozcan la realidad del sur de Tenerife sabrán de lo que hablo.

En medio de esta riqueza cultural y humana que me rodea, cuando oigo alguna palabrita xenófoba, incluso hacia mí mismo, por mí acento medio sudaca, o quizás por "mis modos" que revelan este bricolaje cultural que me delata, entonces pienso en el Dios que prometió darle a Abraham, Padre de la fe, "Esa tierra en la que andas como extranjero" (Gn. 17,8), o en la escena del juicio final cuando Jesús se identifica con el emigrante que es acogido "porque fui forastero, y me acogiste" (Mt. 24,35) o, finalmente, en la bella imagen del apocalipsis: "..., hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación,..." cantan la alegre comunión fraterna y definitiva con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Que el Señor nos conceda a todos un corazón verdaderamente católico. Amén.

lunes, 5 de julio de 2010

Explosión de creatividad en Tacoronte

 

 Cuando ví este vídeo, realizado como actividad de fin de curso en el colegio María Rosa Alonso de Tacoronte (Tenerife), quedé sinceramente alucinado: ¡Qué explosión de alegría, de creatividad y de participación!

Toda la escuela unida: alumnos, maestros, personal administrativo, directiva, personal de servicio, ¡¡qué buena peña !! 

En estos tiempos nuestros de crisis y "recrisis" corremos el riesgo de paralizarnos, es por eso que iniciativas como estas tienen la virtud de sacudirnos, de convocar lo mejor de nosotros mismos, de contagiarnos de esperanza y fe.

Desde este post enviamos a los que han participado un abrazo fraterno, y que Dios les bendiga a todos.

domingo, 4 de julio de 2010

China: música y paisaje de Asia



Aquí les ofrezco un hermoso vídeo de China, donde se combina la belleza de sus paisajes, con la suavidad cautivante del tema principal de la banda sonora de la conocida película "El último emperador",...una muestra de Asia en todo su misterio y su pureza,...un motivo para agradecer a Dios la hermosura del mundo, que nos ánima a decir con el salmista "Señor, Dios nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!" (Salm. 8)

BELLEZAS DEL MUNDO 2: Asia








































En nuestro recorrido por las maravillas del mundo, aquí presentamos una selección de bellos paisajes de Asia, el continente más grande de la tierra, y para nosotros todo un mundo nuevo por descubrir, lleno de exotismo y de hermosos paraísos naturales: playas, islas, llanuras, grandes montañas (las más altas del planeta), bosques, mesetas, tierras de calor tropical y tierras de riguroso invierno,...Asia es también un reservorio de espiritualidad, sus ancestrales tradiciones religiosas son patrimonio de la humanidad entera, un llamado a la búsqueda de la interioridad y de la experiencia de Dios. Como cristiano, la contemplación de estas bellezas naturales son una invitación a alabar a Dios por sus grandezas, por el milagro de esta creación que testimonia la presencia escondida de un Dios creador que ama la vida: "Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad,..." (Rom. 1, 20)