miércoles, 1 de agosto de 2012

Inauguración Londres 2012: Una reflexión desde mi sofá



El viernes pasado, como tantos y tantas en este maltrecho planeta nuestro, me dediqué a ver la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos Londres 2012. No soy nada aficionado a ver deportes por la TV, pero me encanta el espíritu universal y pacifista de este evento que congrega a un gran número de países cada cuatro años. Ingenuo de mí.

Sentado en mi sofá de Ikea, y devorando mi correspondiente ración de palomitas, durante más de dos horas presencie el espectáculo preparado por las mentes más imaginativas, y exquisitas, del “ordo” británico: música, color, escenografía, toda una performance pensada por los ingleses, y, aquí está el detalle, para los ingleses, o, como mucho, para ese puñado de países que forman el conglomerado del primer mundo, especialmente el anglosajón, y nada más. Es lo que hay.

La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos no tuvo ni una sola referencia al carácter universal e intercultural de este magno evento deportivo. Ningún testimonio de la gran riqueza humana y cultural presente en Londres, venida de tan lejos, de los cuatro rincones del orbe.

Este protagonismo absoluto y exclusivo del Reino Unido, de su cultura, de su historia, de su idiosincrasia, estuvo presente en el evento de principio a fin. El desfile de las distintas delegaciones, obligadas a marchar a toda pastilla en plan comparsa murguera, apenas permitió visualizar por escasos segundos la bandera de cada país, y punto.

Ni los países presentes allí eran importantes, ni el deporte en sí era lo importante, ni siquiera los deportistas,… El protagonista de la noche fue, repito, el Reino Unido.

Confieso que cuando apagué la tele me sentí decepcionado, y no porque no reconozca y aprecie los grandes valores de la cultura británica, su indiscutible aporte al mundo moderno, su patriotismo y autoestima nacional; sino porque vi reflejada en la ceremonia lo que sucede en otros ámbitos a escala planetaria: naciones poderosas centradas en sí mismas, desconociendo la presencia de lo diverso en el mundo, atrapadas en el espejismo de su propia riqueza, sordas al diálogo real e igualitario con otras realidades nacionales y culturales.

Lo curioso es que días más tarde leyendo los comentarios sobre la ceremonia, especialmente los publicados en la prensa española, la tendencia dominante fue de reconocimiento y de felicitación por el espectáculo que brindaron los británicos al mundo. Ni una sola crítica por la ausencia de algún referente que testimoniara el carácter universal de los juegos, tildando su exclusivo carácter nacionalista  incluso como deseable, un buen ejemplo a imitar por otros países.

Reflexionando sobre esto he llegado a la conclusión, puede que me equivoque, que los que escriben en los periódicos, los que opinan en los medios, sencillamente “no ven” están cosas, no las perciben porque su mundo conceptual, su perspectiva de la realidad es, básicamente, eurocéntrica. Y en su esquema mental les parece “normal” que esto sea así.

Como dirían los filósofos, están cognoscitivamente condicionados a ver la realidad de una manera, y no de otra ¡Así es la vida!

Alguno podrá objetar que Londres estaba en su derecho a centrarse en sí mismo, a mostrar sus glorias ante el mundo, siendo como son la sede de los Juegos. Habría que plantearse entonces por el significado de las Olimpiadas, ¿son verdaderamente universales?, y si lo son ¿no debería reflejarse esa característica en la ceremonia de inauguración?

¡Qué bonito hubiera sido que en la ceremonia se hubiese incluido una pequeña muestra de la cultura de los cincos continentes allí representados! ¡Una danza africana, un colorido baile latinoamericano, una ceremonia inspirada en Asia! Para algunos países, que ni siquiera tienen la posibilidad de ganar alguna medalla, hubiera significado una hermosa ocasión de mostrarse ante el mundo.

Los Juegos Olímpicos deberían ser una excelente oportunidad para el conocimiento mutuo de las naciones, un signo de convivencia de los países entre sí, un propulsor de la paz y la solidaridad mundial, pero me temo que estos altos fines del movimiento olímpico internacional brillaron por su ausencia en la ceremonia londinense.

Y ustedes, ¿Qué opinan de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos Londres 2012?

8 comentarios:

  1. Luego de analizar tu comentario me di cuenta que tenes toda la razon, y quiero agregar que yo estuve en una olimpiada como periodista enviado y tampoco analice desde el punto de vista que vos los pones. Te felicito por el excelente analisis que hiciste de estos juegos..

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    1. Gracias amigo, por compartir tu experiencia, quizás porque a los que nos formamos en América Latina, nos es más fácil abrirnos a nuevas visiones de las cosas, y estamos menos "condicionados",....Un abrazo fraterno desde Tenerife,...

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  2. Marce caramaba cuanta razón llevas ojalá esta refelxión llegue hasta los reponsables!! de unas Olimpiadas y tomarlo en cuenta!!

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    1. Gracias Bea, y que conste que en sus principios filosóficos me gusta el movimiento olímpico, pero la realidad se impone,...un saludo

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  3. Bueno, solo tengo que decir ante esto, que llevas mucha razón, Barcelona quizá fue la única de las sedes en las que no se miraban excesivamente a su ombligo, hizo un compendio de la cultura mediterránea, desde los fenicios y macedonios a romanos y griegos y eso abarca no solo a España sino a más países. Fuera de eso ha sido tal como dices, muy buena reflexión

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    1. Muchas gracias amigo, no sé por qué pero observo que las culturas hispanas y latinas solemos ser más inclusivas y abiertas a los aportes de otros pueblos,...quizás sea, precisamente, ese mar Mediterráneo tan poblado de historias y de vida,...y te lo dice alguien que ha vivido siempre en torno al Atlántico,...un saludo

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    2. si, verdad, yo también siempre he vivido en entorno atlántico, decía lo de Barcelona porque a día de hoy están resultando excesivamente egocéntricos y exclusionistas, nada que ver con el espíritu de los JJ.OO. de 1992, saludos

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    3. Totalmente de acuerdo contigo, porque los nacionalismos exacerbados terminan poniendo murallas entre los seres humanos,...Un saludos fraterno desde estas islas

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